ATACA BACATA

Por: Willy Drews

En: mi ciudad - urbana -

 

 

Los palíndromos, esas frases mágicas que se leen igual al derecho y al revés, como ATACA BACATA, tienen la cualidad de duplicar su significado. En este caso Bacatá ataca en dos sentidos. Ataca la ciudad y la ciudadanía, ataca los residentes y los transeúntes, ataca los propietarios y los vecinos. La reconquista española se inició con bancos, y ahora sigue con rascacielos. Hay que reconocer que el tamaño de los espejitos ha aumentado.

 

Adoramos los ídolos arquitectónicos que nos llegan de fuera, por ser “los más”: Los más altos, los más raros, o los más cualquier cosa. Nos imaginamos una Bogotá Dubaitizada, o al menos Panamatizada. No voy a analizar la estética del BD BACATA por considerarla una valoración subjetiva y personal. Voy a referirme solamente a los aspectos urbanísticos, arquitectónicos y normativos.

 

El impacto urbano de un edificio de semejante magnitud es enorme. Si además lo ubicamos sobre una avenida diecinueve al borde del colapso, y dos vías angostas, carrera quinta y calle veinte, incapaces de evacuar el tráfico generado por él, la situación se vuelve crítica. Y si finalmente constatamos que el proyecto no cedió un metro cuadrado para espacio público ó ampliación de vías o andenes, podemos asegurar que la movilidad del sector llegará a la inmovilidad.

 

Arquitectónicamente el proyecto se destaca  por su mezquindad en los espacios, hasta el punto de hacerlos inoperantes. Un hall de ascensores de un metro con cincuenta de profundidad, una entrada y salida de los estacionamientos de seis metros de ancho,  un área de descargue en el sótano donde no caben los camiones, son algunos ejemplos del desprecio por los usuarios.

 

Un análisis cuidadoso de las normas y el proyecto aprobado, muestra seis razones por las cuales no se ha debido expedir la licencia de construcción: No se hizo el plan parcial obligatorio; No se cumplió con los aislamientos exigidos, la altura, y el índice deconstrucción resultantes de las normas sobre aislamientos; Se presentan inconsistencias en la licencia y los planos aprobados; y no se cobró la plusvalía correspondiente a la mayor edificabilidad. Además no se radicó oportunamente el Estudio de Tránsito exigido.

 

En el caso del BD Bacatá no se puede decir que la pregunta del millón es: Como fue posible que la Curaduría Urbana aprobara un proyecto que no cumple con las normas vigentes? Se trata más exactamente de la pregunta de los millones. Muchos millones. Se habla de una inversión de ciento veinte millones de dólares, que incluye un pago en pesos colombianos de $ 251`121.031 a la Curaduría Urbana  por concepto de derechos  y $2.445`465.000 por concepto de Impuesto de Delineación. No incluye por supuesto el impuesto de plusvalía que no se pagó.

 

Imponer caprichosamente un edificio que atenta contra la movilidad sin ofrecer un espacio público adecuado, y reducir a dimensiones inaceptables unos espacios arquitectónicos inoperantes, es una falta a la ética. Pero si además incumple las normas vigentes, se cruza la frágil frontera entre la ética y el delito. Falta definir si el delincuente es el que peca por la paga, el que paga por pecar, o ambos. Difícil saberlo en un país donde una sola persona puede cometer cohecho.

 

Nuestra reacción más frecuente ante un atentado contra nuestra ciudad, es preguntarnos: Por qué nadie hace nada? Para tranquilidad de esa inmensa mayoría de protestantes pasivos, les cuento que en este caso si hay un “nadie” haciendo “nada”. Mejor dicho, haciendo mucho. Ese “nadie” va a instaurar una acción popular solicitando la revocatoria de la licencia, por los motivos ya expuestos.

 

 

WILLY DREWS

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10 pensamientos en “ATACA BACATA

  1. Francisco Pardo Téllez

    ¿Acaso hubo búhos acá?

    La moral, claro, mal
    Avida de dádiva
    Aire sólo seria

    Al reparto sacas otra perla
    No tocóle melocotón
    Échele leche
    Se van sus naves

    Adán a donde va ved no da nada
    ¿Somos o no somos?

  2. Willy Drews Autor

    Aclaro que no seré yo quien va a intaurar la acción popular. Oportunamente se sabrá quien es el «nadie».

  3. Juan Luis Rodriguez

    …»251 millones y pico para el curador» ¿Y qué?
    Debe ser que Willy Drews tiene algo «personal» contra el curador. ¿O es que estos vigilantes de que la cuidad se construya como una obra de arte no tienen derecho a una porción de la confianza y la prosperidad inversionista?
    ¿Impuesto de plusvalía?…debe ser que Drews, además de envidioso es marxista. ¿Qué inversionista va a venir a Colombia si los tratamos así. Acaso no se da cuenta que Donald Trump debe estar a punto de invertir en la 19, y que con esta mojigatería, lo va a espantar?

  4. Carlos Morales Hendry

    Creo importante que en este momento nos unamos de manera efectiva a la acción que se ha iniciado. Invito a que quienes quieran participar, lo hagan bien sea a través de este blog o, en su defecto, mediante cartas de apoyo a las distintas entidades que ya se han unido para adelantar la demanda. Solicitemos que, en el curso de los próximos dias, se den los correos a donde se deben enviar las comunicaciones.

    En este caso, no vale el apoyo moral ni la famosa llamada telefónica para decir «Ala, yo te apoyo con toda mi alma. Cuenta con mi apoyo…..» .

    En consecuencia, renuevo mi apoyo (que ya lo di telefónicamente), a esta acción.

  5. Jimmy Esteban Morales Torres

    Yo quiero desatacar los comentarios del Arquitecto Willy Drews en dos aspectos importantes:

    «El impacto urbano del edificio es enorme» dado su localización del proyecto en la Carrera 5 entre calles 19 y 20, que colinda con una avenida (calle 19) de la malla vial arterial y que ademas de su importancia, nunca se le ha dado esta característica a nivel urbano, como el respectivo control ambiental en una zona de la ciudad consolidada, el mantenimiento adecuado y demás características de otras avenidas, pero principalmente el problema es de implantación, y se esta volviendo común en esta ciudad.

    No vimos en Villa Adelaida, en el centro comercial Santafe, en la Ciudadela Comercial Unicentro y en el Centro Comercial Galerías problemas de esta indole? Plan de Implantacion, estudio de demanda y atencion de usuarios, Estudio de Transito, Plan parcial entre otros temas que se tocan y nunca se concluye de fondo sobre el tema. A las personas que recaban en este tema les pido el favor que miren las normas urbanísticas antes de decir que pedía o que no, el trabajo de los Curadores no es el de exigir cosas a diestra y siniestra, no es el de ser corruptos o recibir plata para aprobar proyectos que no se permiten, es el de solicitarle al constructor lo que la norma les indica que deben pedir.

    Pienso que mas bien el problema es de la norma. el de la fata de compromiso de la Secretaria Distrtial de Planeación, el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Terrritorial en crear normas concretas. Que no se puedan INTERPRETAR sino APLICAR. Que se deje el desarrollo de la ciudad a los profesionales competentes y no a profesionales inexpertos en la materia.

    No estoy de acuerdo con el Arquitecto Willy Drews, cuando deja a un lado su vocación racional diciendo que «no voy a analizar la estética del BD BACATA por considerarla una valoración subjetiva y personal» porque por dejar a lado estos elemento que la experiencia y el conocimiento nos han dado, es que los Abogados, economistas, administradores, los que tienen la plata y otras personas las que lleven las riendas de esta ciudad, las que definan las normas, las que solamente piensan en plasmar en un papel, párrafo o texto, lo que los arquitectos plasmamos en un millones de imágenes, lo que define Daniel Bermudez como «proyectar».

    Para ser sincero, estoy de acuerdo con el Arquitecto Willy Drews, en sus apreciaciones como arquitecto, en lo que no estoy de acuerdo es que hable en «los aspectos urbanísticos, arquitectónicos y normativos» el efecto que tiene este proyecto, no solo para el centro de la ciudad, sino para toda la ciudad, o es que a los arquitectos que escuchamos 66 pisos en el centro de la ciudad no nos hemos puesto a pensar que va a cambiar el perfil de los cerros orientales con esta torre. Mi pregunta mas bien es, sera que los españoles que hicieron el proyecto, si pensaron en esto? será que ellos saben lo que significa Monserrate para los Bogotanos? sera que los abogados que los asesoraron sabian de esto? sera que pensaron en la sombra que va a causar esta edificación en el contexto? pienso que estos son los temas que el Arquitecto Willy Drews debía tocar, puesto que en la parte urbanística no es muy acertado.

    Pienso ademas que si hay errores, pero no los cuestionados por Arquitecto Willy Drews a nivel normativo, sino a la capacidad del arquitecto responsable con la ciudad y su profesión en desarrollar este proyecto.

    Si ser fan de Rogelio Salmona, sino teniendo un gusto y una admiración por parte de su arquitectura, me cuestiono lo siguiente: No aprendimos a IMPLANTAR proyectos con las torres del Parque? no es esta obra un símbolo de la ciudad?, que paso con el telón de los cerros orientales que tanto admiramos los bogotanos todos los días? Donde está la integración de la Torre BC BACATA con la ciudad? en una puerta de 6 metros? o en un acceso vehicilar de 6 metros?. Sin banalidad yo abiertamente si cuentiono, subjetivamente el proyecto arquitectónico, no me opongo al desarrolo de estos proyetos pero si a su implantación marciana en la ciudad. Esta torre puede estar entre las Calle 19 y 20 con carrera 5, como puede estar en cualquier parte de la ciudad. NO EXISTE UNA IMPLANTACIÓN. Yo quisiera que si se va a realizar una Acción popular respecto a este proyecto que sea contra su mala implantación y no por ir en contra de la arquitectura.

    No estoy de acuerdo con lo que indica el Señor Juan Luis Rodriguez, esto no es una cuestión de comunismo o capitalismo, es una cuestión que de la mentalidad del arquitecto, constructor, promotor y otros actores que intervienen en este proceso de urbanización.

    O es que acaso los inversionistas o promotores no llaman «utilidad del proyecto» al plus valor de un negocio?. Acaso que la ciudad cuando le da la posibilidad de aumentar esa ganancia (utilidad del proyecto) no merece una recompensa?. la cuestión no es si existe o no la plusvalía, la cuestión es el método para el calculo del mismo. Es curioso que cuando uno pregunta a una persona experta en este tema como se calcula, siempre tiene una respuesta de evasión, eso lo hace economía urbana, eso lo evalúa catastro, los técnicos me dijeron que así se cobraba, etc. pero cuando uno pregunta mas en privado todos coinciden con las mismas respuestas. !!!NO EXISTE UN MÉTODO EXACTO PARA COBRARLO!!!!!!!. !!!!!!!CADA PREDIO ES DIFERENTE!!!!!! y esta si es una realidad.

    Pienso que si se va realizar un proyecto de estas características, la SOCIEDAD COLOMBIANA DE ARQUITECTOS (silenciosa como siempre) debe actuar con un poder desmedido para que se respete los valores que se inculcan en nuestras escuelas de arquitectura y rodear a los Arquitectos que como el Arquitecto Willy Drews expone unos conceptos exponen sus criticas a un tema como este.

    Adicionalmente, existen profesionales en Arquitectura que son capaces de dar argumentos a esto arquitectos y que por desconocimiento o desinterés no comparte la información.

    Para nosostros los arquitectos no deberia importarnos de donde viene el dinero, de Panama, Dubai, España, Moscu o Cuba, lo que nos deberia importar es hablar con nuestro lenguaje y defender lo que proyectamos y exigir que existan estudios previos a la implantación de proyectos como este, que se nota la inexperiencia del de los arquitectos diseñadores en este tema.

  6. Francisco Pardo Téllez

    Estimado colega Morales Torres, pidiendo excusas de antemano creo que el punto de discusión lo resumen sus apellidos, una torre como la del Bacatá puede cumplir con las normas y requerimientos urbanísticos vigentes, que es lo que por Ley exige el Curador, otra cosa es la desidia de la Secretaria de Planeación, o su falta de malicia indígena para prever que alguien alguna vez propondría una edificación de esa escala y magnitud y que se colaría por algún espacio «leguleyo» y en contra de todas las objeciones tanto técnicas, como las subjetivas sería factible, lo cual no quiere decir que moralmente (etícamente) sea aceptable; por que hay muchas cosas que se pueden hacer y otras que «no se deben» como hacer un giro indebido, pasarse un semáforo en rojo, etc.por ejemplo.

    Una Torre de estas proporciones, urbanisticamente, etc. debiera «moralmente» localizarse en otro contexto más amplio y con una escala más adecuada a su proporción; que sea fea, compleja y complicada, que no tenga una respuesta funcional adecuada, etc. son pecados de sus diseñadores y eso ojala no debe implicar que sea insegura estructuralmente o dentro de su funcionalidad, por que parece ser que dentro de lo subjetivo de los principios de Vitrubio «firmitas, venustas y utilitas» perdonamos por la subjetividad lo feo.

    En resumen, torre o perrera, casa o mansión, etc. toda construcción tiene que tener una «integridad moral» que sea consecuente con su entorno, con sus usuarios, con sus promotores y desarrolladores y en eso el Bacatá creo la mayoría de los que hemos participado, estamos de acuerdo hay fallas enormes.

  7. Francisco Jacome

    Ese proyecto es el monumento a la corrupción y la brutaludad!
    La norma que se le dió a esa manzana fue un «descuido» de Gustavito Ramírez y su combo de arquitectos normatizadores del quinto piso de planeación distrital.
    Lo que pasa es que el «descuido» permitió que a estos personajes promotores del Bacata, se les permitiera una edificabilidad infinita sin aportar un solo metro de espacio público ni de equipamientos, bueno y sin tener que vérselas con Renovacón urrbana /Gerencia de Renovación de la SDP y ERU).
    Los invito a proponer un proyecto (cualquiera que sea) en el centro de la ciudad, a ver si es que no les exigen Plan Parcial y con ello unos cinco años de trámites, 10 metros cuadrados de espacio público por habitante, etc.
    Totalmente de acuerdo con el buen Willy.

  8. Rafael Villa Zorro

    Bien Willy.Es una vergüenza lo del Bacatá.
    Quien beneficia de esta forma a unos inversionistas?
    lo hace por omisión?
    Lo hace por descuido?
    El centro no aguanta un proyecto de esa escala en ese lugar y basta.
    Lo demás suena a justificación impropia de quien mínimamente conoce el ejercicio de la profesión.
    Todo hace parte de lo mismo, es decir de la corrupción de las instancias de aprobación de los proyectos.
    Cuando no existe una norma clara,se deja un juego muy grande para los funcionarios.
    Cuantos proyectos menos impactantes nos han negado o rechazado de tajo en Planeación!!!!!!?
    Todo esto es una verguenza!!!.

  9. Francisco Jacome Lievano

    Aunque le había restado importancia al asunto de algunas referencias sobre «mi comentario» al artículo de Willy Drews y no descartando la existencia de un «quasi homónimo» o el eventual uso de mi nombre como usuario de este sitio por otra persona, la referencia que me hizo ayer el propio Willy sobre tal comentario no me dejó más opción que opinar como Francisco Jácome Liévano sobre el artículo «Ataca Bacatá» (si bien sé que idéntica situación confusa para mí y posiblemente para otras personas conocidas, se presentó en otros dos artículos).
    Como sea, debo decir que dada esta «confusión», aproveché la ocasión para explorar de un lado los artículos recientes y no tanto de «Torre de Babel» y sinceramente me alegra que exista este espacio de exposición y debate de temas urbanísticos y arquitectónicos y del otro, para expresar mi parecer sobre este artículo de Willy.
    Debo decir que comparto la preocupación que allí se expresa y que el «complejo edilicio» que se plantea en la manzana del ya demolido Hotel Bacatá es una bofetada al espíritu de la norma que por mas de diez años venimos construyendo en esta ciudad y en especial de la norma de mayor jerarquía como el POT y el Plan Zonal del Centro (PZC).
    El Plan Zonal, en el cual trabajé en el año 2004, que fue adoptado en 2007, plantea como objetivo básico la duplicación de la población residente del centro, pero ligada inexorablemente a la correspondiente producción de espacio público efectivo y equipamientos de soporte a la residencia.
    Sin ahondar en temas que Willy oportunamente menciona como el inevitable futuro colapso de la movilidad del sector por efecto de tan «ambicioso proyecto», es claro que su aprobación evidencia el fatal estado de cosas en relación con la total ausencia gobierno; la falta de compromiso con la ciudad y de capacidad técnica por parte de instituciones como la SDP y la ERU, encargadas de implementar las decisiones del POT y del PZC; la «inexplicable laxitud» de sus funcionarios en la definición de la norma detallada y de las cargas urbanísticas para iniciativas como esta y en últimas, la peor expresión del pésimo momento que vivimos en la construcción de la ciudad, que desafortunadamente quedará plasmado en semejante «iniciativa vanguardista».

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