Archivo por meses: octubre 2013

Carta a Harold Alvarado Tenorio de Germán Téllez

Octubre 23 de 2013

 

Carta dirigida al poeta Harold Alvarado Tenorio por el arquitecto Germán Téllez C. sobre su debate con el Ministerio de Cultura

 

Sr. Harold Alvarado Tenorio:

Leyendo el derecho de petición presentado por Usted a la señora Ministra de Cultura sobre el tema de los recursos presuntamente entregados para las bibliotecas, reales o ficticias, en el país, encontré pertinente expresarle lo siguiente: el rubro oficial para la finalidad anteriormente mencionada es poco menos que insignificante comparado con lo que puede ya haber sido o va a serlo para satisfacer los caprichos de la Ministra Mariana Garcés en el discutible campo de las intervenciones de relumbrón, de espectáculo como de farándula arquitectónica, bien a la vista de todos, en el patrimonio construido del país. Me refiero en especial a las dos más protuberantes hasta ahora, ambas en el centro de Bogotá: la acumulación absurda de dependencias oficiales en torno al Teatro Colón, disfrazada de “ampliación de servicios” (un saco presupuestal sin fondo, de interminables e interminados contratos de restauración, interventoría, estudios técnicos y científicos y quien sabe cuántas cosas más, algunos “licitados” originalmente con entidades fantasmas) y el malhadado proyecto “modernizador” de la nueva lumbrera mediática de la arquitectura en Colombia, el Sr. Giancarlo Mazzanti, para el Parque del Bicentenario, otro contrato de construcción indefinidamente prorrogable para la firma OPAIN, destructora del antiguo terminal de pasajeros del aeropuerto Eldorado.

En el recuento publicado por MinCultura sobre los logros (reales o ficticios) en el campo del patrimonio construido arquitectónico y urbanístico, cabría hacer preguntas similares a las que usted hace sobre la cuestión de los libros y las bibliotecas. ¿Cuántos y cuáles de todos esos edificios y lugares enumerados pero sin nombre y localización en el discurso de la Ministra han sido intervenidos acertada y eficazmente? ¿Cuántos lo han sido con buena dosis de “chamboneo nacional” o simple inepcia profesional? ¿Cuáles son y dónde se localizan? ¿Cuánto costó la elaboración y edición de gran lujo de un libraco del MinCultura que contiene una parte minúscula del patrimonio construido colombiano? ¿Cuál es la verdadera cara de un supuesto “plan de centros históricos” para todo el país? En esto habría que incluir el burdo pegote arquitectónico regalado a Popayán por el entonces presidente-finquero a manera de “Centro de Convenciones” para ser instalado en plena zona histórica de esa ciudad, de tan mala suerte en su historia de aportes oficiales construidos. O en el campo de la vigilancia sobre los espacios públicos de los “centros históricos”, los permisos al señor Carlos Mattos para vender automóviles coreanos al pie de las murallas de Cartagena o en el Parque de Caldas en Popayán.

Entonces ¿cómo es el asunto? ¿Cómo es la relación –si es que existe– entre la acción privada, independiente o simplemente local y la teórica supervigilancia del MinCultura sobre la preservación y manejo del patrimonio construido, si cuando hay de por medio grandes negocios es una y cuando no es otra muy diferente?

De todo lo que dice la Ministra Garcés (a quien no conozco personalmente y con quien no he tenido la menor relación profesional), ¿qué ha logrado el MinCultura en los 2, 20 o 50 últimos años? ¿Cuánto y qué corresponde verdaderamente a una acción oficial que ella pueda llamar como suya o “de MinCultura”? ¿Quién garantiza o puede comprobar la veracidad de la propaganda oficial? ¿Cuánto es real y verdadero de ese maravilloso panorama de conservación patrimonial en los años en los cuales ella y sus subalternos han sido dueños monárquicos de la “cultura”?

¿Cómo se explica que la Sociedad Colombiana de Arquitectos, una entidad gremial, consultora por ley del gobierno nacional, sea a la vez contratista del mismo y tenga toda clase de convenios con entidades oficiales, académicas y de otras clases siendo, por ello mismo, competidora de sus propios afiliados, a quienes pone automáticamente en desventaja en todo lo referente al patrimonio construido o urbanístico?

¿Con cuántos y cuáles concursos y con qué calidades y desarrollo de los mismos se han otorgado durante los dos últimos gobiernos contratos de diseño, construcción, interventoría, estudios técnicos o PEMPs por parte del MinCultura? ¿Beneficiando a quién y por cuánto? Un PEMP, además, ¿qué rayos es y para qué sirve? ¿Se trata de otro truco burocrático para justificar quincenas y crear más contratos superpuestos a los que ya hay de por medio?

Podríamos tardar horas en reunir todos los motivos de petición al MinCultura sobre el patrimonio construido, sin agotar el tema. En épocas anteriores se registró en el congreso una persistente reducción presupuestal a ColCultura primero y a la tarea de vigilancia y preservación del patrimonio construido, con el argumento de que la cultura no da votos. Y ahora viene esta plétora de anuncios de realizaciones, verdaderas o ficticias, con carácter electorero o no, con negocios turbios de por medio o inmaculadamente limpios, dependiendo de quién se refiere a éstos. Hubo dinero a raudales para un grotesco paseo a Washington para mostrar como un hecho cultural la venta callejera de minutos de celular, pero no para reparar y salvar de la ruina iglesias, casas de hacienda, fábricas en desuso y muchas otras clases de edificaciones más en lugares apartados, donde no llega la propaganda o la simple presencia oficial. Peor aún, sobra dinero para lo intangible, lo improbable, lo incomprobable o lo incontrolable. Para el baile, todo; para los libros, no mucho; para los edificios fuera de los caprichos ministeriales, casi nada.

¿Por qué nadie en el Congreso o en alguna otra entidad fiscalizadora ha preguntado nunca, en público, cómo se maneja el tema de la cultura en general y de la cultura patrimonial y urbanística en el país? En suma, a la Ministra y sus colaboradores, ¿quién los ronda?

 

GERMÁN TÉLLEZ C.

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El puente esta quebrado…

Octubre 15 de 2013

 

La luna tiene dos caras: La primera, la visible, la que conocemos, la blanca, la brillante, la que nos ilumina, la que inspira a los poetas mediocres. La otra, la oculta, la oscura, la que no conocemos. También las estrellas tienen dos caras. Me refiero a las estrellas de la arquitectura. La cara que conocemos es la brillante, la de los proyectos publicados, la de los homenajes, la de las entrevistas, la de los premios Pritzker. Pero también existe la cara oculta, la de los errores, la de los desfases en el presupuesto, la de los incumplimientos, la de las demandas.

Empecemos por Frank Gehry, demandado por MIT por negligencias en el proyecto del Stata Center. El edificio tiene goteras y en invierno se entra la nieve. Entretanto la fachada en acero inoxidable del Auditorio Walt Disney, proyecto del mismo arquitecto, refleja el sol, calentando en forma exagerada a unos vecinos que exigen airada y justamente una solución.

En  Sevilla el escándalo ha acaparado los espacios de los medios .Un juez  ha ordenado la demolición y restitución del terreno original (incluyendo árboles y amueblamiento) que ocupa la Biblioteca Central de la Universidad, proyecto de Zaha Hadid en etapa de terminación, por haber sido construida completamente por fuera de la norma.

Y si en Sevilla llueve, en Valencia no escampa. El grupo parlamentario ESQUERRA UNIDA (Izquierda Unida) se ha dedicado a investigar los contratos del gobierno local con Santiago Calatrava, con los siguientes resultados, según Esquerra.

La CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS ha costado 1.100´000.000 de euros,  con un sobrecosto estimado de 650`000.000. La oficina de Calatrava ha recibido como honorarios 100´000.000 de euros facturados en Suiza con lo cual no paga impuestos en España. El edificio se inauguró en 2005 y duró cerrado un año. De las cuatro salas, una no se ha abierto, otra fue cerrada por acústica deficiente, y de la sala principal hubo que retirar 200 butacas por falta de visibilidad.

El presupuesto total del proyecto para el CENTRO DE CONVENCIONES fue de 60`000.000 de euros. Calatrava presentó un proyecto en tres etapas, la primera de las cuales costaba 89`900.000. El proyecto nunca se hizo, y Calatrava recibió honorarios por 2`700.000. El AGORA ha costado mas de 100`000.000 de euros, aún no está terminado y ya tiene goteras.

Pero los problemas superan los límites de la ciudad de Valencia. Por el proyecto para el  PALACIO DE EXPOSICIONES Y CONGRESOS en Oviedo, Calatrava fue demandado y tuvo que pagar 3`300.000 de euros de multa. Igualmente está demandado por una vinería en la región de Alava. Se estimaba abrir la nueva estación del tren en el “punto cero” de New York en el 2015, pero la obra tiene 6 años de atraso y costará el doble de lo presupuestado; y el rascacielos entorchado TURNING TORSO en Malmô tuvo un sobrecosto de 85`000.000 de euros.

Sus Famosos puentes tampoco salen bien librados .El PUENTE DE L’AZUR DE L´OR fue adjudicado en 2004 por 23’000.000 de euros. El gobierno de Valencia reconoció que la obra ha costado 59’900.000. En el PUENTE DE ZUBIZURI en Bilbao, el piso en losetas de cristal – en 2007 hubo que cambiar 500 – se ponía tan resbaladizo con lluvia o hielo, que hubo que cubrirlo con un tapete antideslizante. El mismo problema tuvo el SUNDIAL BRIDGE en Pedding-California.

En Haarlemmermeer – Holanda- el problema es por partida triple: Tres puentes presupuestados en 1999 en 16’000.000 de euros, en 2004 habían costado 30’000.000.Al año de terminadas  las estructuras comenzaron a oxidarse, y el mantenimiento ha costado 20’000.000. Un concejal pide demandar. Finalmente el presupuesto inicial  para el PUENTE DE LA CONSTITUCION en Venecia fue de 2`700.000  euros y el costo final, después de 5 años de atraso, fue de 11`200.000. La Fiscalía de Venecia ha iniciado un proceso judicial para cobrar a Calatrava 3´400.000 por daños y perjuicios.

Samuel Aranda opina en el New York Times: “Es raro encontrar un proyecto de Calatrava que no haya sobrepasado en forma significativa el presupuesto”. Yo pregunto: ¿Hasta qué punto estos problemas son causados por  Santiago Calatrava?  ¿Qué responsabilidad tienen los promotores, los constructores, los interventores y las autoridades locales?

Independientemente de goteras, pisos lisos y sobrecostos, yo sigo admirando sus puentes y considerando que Robert Maillart y  Santiago Calatrava revolucionaron la manera de concebirlos, y partieron en dos la historia de estas estructuras.

El puente está quebrado. Santiago Calatrava no.

 

Willy Drews

 

 

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El color “fenicio”

Octubre 10, 2013

Pues bien, el rojo (algo azulado) del ladrillo que acertadamente usó Rogelio Salmona en toda su obra en Bogotá (incluyendo los suelos del Centro cultural Gabriel García Márquez del Fondo de Cultura Económica de México), es un color igualmente significativo en esta ciudad y, en consecuencia, usado en ella por muchos otros buenos arquitectos. Es lo que destaca sus edificios contra el verde oscuro de los altos y verticales cerros que les sirven de fondo, y contra su cielo azul profundo, cuando lo hay, y en entre tanto contra sus blancas nubes, además de reflejar bien la limpia luz de los Andes, como insistía Salmona, considerando clima, paisaje y tradiciones.

Sorprende que ahora venga Richard Meier con el cuento chino de que “en  Bogotá, el blanco resaltará mucho más” (El Tiempo,  25/09/2013). Pura “publicidad engañosa” para justificar que sea el “protagonista” en su proyecto de vivienda, al norte de la ciudad, pues es el  color que él siempre ha usado. Olímpicamente pasa por alto que estará cerca del Museo del Chicó y justo al lado del Seminario Mayor, precisamente de ladrillo (color “fenicio”), y pese a que, como lo reconoce después, es lo que da continuidad y armonía a esas grandes zonas de Bogotá que lo usan “sin importar la singularidad arquitectónica de cada edificio” (Semana, 30/09/2013).

Al contrario de lo que Meier afirma, “su” blanco en “sus” dos pequeñas torres no resaltará contra el cielo lechoso de una ciudad que no es la “suya”, pero sí se “distinguirá” de su entorno, ayudado por los muchos millones de pesos  a que se venderá allí “su” metro cuadrado ¿pero por qué tienen que ser un monumento? Blanco puro -diseñado en Italia solo para él-, pues otra cosa es el hormigón visto de muchos arquitectos locales mas sutiles y respetuosos con sus entornos. Precisamente por eso decía Alvar Aalto que el único color que se debía usar en arquitectura era el blanco…pues los materiales naturales deberían presentar sus propios colores a la vista.

En Cali, por ejemplo, lo que se destaca en sus casi permanentes cielos lechosos, es la teja árabe de su arquitectura colonial, de color mas “fenicio” aun, y de la poca arquitectura verdaderamente posmoderna de la ciudad, que hace un puente con su pasado para fortalecer su presente, pues como dijo Octavio Paz (Premio Nobel de Literatura de 1990), “aisladas, las tradiciones se petrifican y las modernidades se volatilizan; en conjunción, una anima a la otra y la otra le responde dándole peso y gravedad” (Citado por  Savater: Las ciudades y los escritores, 2013. p. 188). Es lo que los estudiantes de ahora tendrían que aprender de los maestros de antes.

Benjamin Barney Caldas

Imagen de del edificio "Vitrum" en Bogotá

Imagen de del edificio «Vitrum» en Bogotá

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Arquitectos del continente condenan Parque Bicentenario de Bogotá

Bogotá, septiembre 30 de 2013

Los abajo firmantes, arquitectos de América Latina reunidos en la décimo quinta versión del Seminario de Arquitectura Latinoamericana, SAL 15, un encuentro bianual que convoca a los profesionales de la arquitectura y la ciudad del continente a fin de compartir experiencias, confrontar iniciativas en relación a desarrollos disciplinares de toda índole y analizar los aconteceres urbanos que afectan de manera significativa el devenir de nuestras ciudades, hemos considerado un imperativo ético emitir un pronunciamiento público en relación al proyecto denominado “Parque Bicentenario”, el cual se construye actualmente en el costado oriental de la emblemática Calle 26 del centro de Bogotá.

La circunstancia de constituirse el área en mención como un espacio urbano que reúne una singular densidad de valores culturales, paisajísticos y arquitectónicos, entre ellos la sede del Museo de Arte Moderno de Bogotá del arquitecto Rogelio Salmona, el edificio Embajador de Guillermo Bermúdez Umaña, La Biblioteca Nacional y el Quiosco de la Luz, bienes todos de interés cultural de la nación, además del Parque de la Independencia que junto a las Torres del Parque constituyen un conjunto patrimonial y paisajístico de excelsos valores tanto para el vecindario y la misma ciudad capital, como para el país y el continente en su conjunto, constituyen evidencias que nos obligan a formular el presente comunicado dirigido a las autoridades de la ciudad, a los medios de comunicación, universidades, organizaciones gremiales y ciudadanía en general.

Creemos unánimemente y sin lugar a duda alguna que el proyecto llamado Parque Bicentenario constituye una obra pública depredadora de su entorno, dilapidadora de recursos públicos e innecesaria como operación urbanística.

A la notable desproporción de la intervención desplegada sobre un frágil lugar urbano que se distinguía por haber sedimentado en el tiempo un conjunto testimonial de especial valor cultural y belleza ambiental, se suma su condición invasiva y la desproporción de su escala, la inexistente atención al lugar que se traduce en los reiterados espacios residuales que genera, adversidades todas que se suman al hecho de no derivarse de un concurso público como demanda la ley, ni haberse socializado oportunamente con la ciudadanía y con la comunidad afectada, la cual ha sostenido a lo largo de muchos meses una ejemplar resistencia activa al proyecto, sin que las instancias jurídicas ni las mismas autoridades de la ciudad hayan resultado sensibles al enorme estropicio urbano que representa la conclusión de las obras relacionadas con el presunto Parque.

Es para nosotros claro que conjunto de valores que reúne de manera tan emblemática el área urbana inmediata al proyecto, demanda de la ciudad unas operaciones urgentes y profundas, preferiblemente a través de convocatorias abiertas, que reconozcan y pongan de relieve los peculiares atributos del sector como un excepcional conjunto ambiental, urbanístico y arquitectónico.

Nos preocupa por último que la reciente campaña de las autoridades de la ciudad y de los medios de comunicación en dirección a pretender justificar la conclusión del Parque Bicentenario, ignora las enormes dudas que en vastos sectores del medio académico y profesional se han formulado reiteradamente en relación a este caso y al manejo del espacio público de nuestras ciudades en general, libres ojalá de innecesarios protagonismos de autor además de poco éticos ocultamientos de la realidad, tal como acontece en este caso cuando a través de cuestionables medios gráficos, se presenta ante la ciudadanía imágenes ficticias de un proyecto que en nada se corresponden con su previsible realidad.

Firmado en la sesión final del SAL 15, ciudad de Bogotá, Septiembre 29 de 2013.

Siguen firmas, nombres y país de origen:

Arq. María Dolores Muñoz – Chile

Arq. Juvenal Baracco- Perú

Arq. Gustavo Medeiros- Bolivia

Arq. Mariano Arana- Uruguay

Arq. Margareth Silva Pereira- Brasil

Lic. Louise Noelle Gras- México

Arq. Eduardo Tejeira Devis- Panamá

Arq. Omar Rancier- República Dominicana

Arq. Gustavo Luis Moiré- República Dominicana

Arq. Jorge Hampton- Argentina

Arq. Lorenzo Fonseca Martínez- Colombia

Arq. Leonel Pérez Bustamente- Chile

Arq. Patricia Méndez- Argentina

Arq. Pablo Fuentes Hernández- Chile

Arq. Hernán Ascui F. – Chile

Arq. Ana Esteban- España

Arq. Hugo Segawa- Brasil

Arq. Alejandro Ochoa Vega- México

Arq. William García Ramírez- Colombia

Arq. Claudia Burgos- Colombia

Arq. Nelson Inda- Uruguay

Arq. Carolina Salazar Marulanda- Colombia

Arq. Jorge Ramos de Dios- Argentina

Arq. Sandra Reina Mendoza- Colombia

Arq. Mario Sabugo- Argentina

Arq. Benjamín Barney- Colombia

Arq. Rodolfo Santa María- México

Arq. Pedro Belaúnde- Perú

Arq. Beatriz García Moreno- Colombia

Arq. Sergio Trujillo Jaramillo- Colombia

Arq. Silvia Arango Cardinal- Colombia

Arq. María Elvira Madriñán- Colombia

Arq. María José de Azevedo- Brasil

Arq. Ramón Gutiérrez- Argentina

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